De aparatología en ortodoncia existen muchos tipos. Una clasificación fácil de hacer es dividirlos en aparatos fijos y en removibles (de quita y pon). Lo que hemos de tener claro es que cada aparato sirve para realizar una función concreta y lo que uno fijo podría conseguir, otro removible no sería capaz, o al contrario.
¿Cuándo se usa ortodoncia fija y cuándo removible?
Depende del problema, de la edad, de la colaboración del paciente y de otros aspectos que el dentista tiene que tener presente. Es por ello que será el ortodoncista quien aconseje cual es el tipo de aparato más adecuado para cada caso. Existen ocasiones en que puede ser necesario combinar ambas. Así, por ejemplo, podríamos realizar una primera fase de tratamiento con ortodoncia removible y una segunda fase con fija.
¿Que ventajas y desventajas tiene cada una?
Una ventaja en ortodoncia fija es que no se necesita la colaboración del paciente, aspecto que en ocasiones es trascendental para el éxito del tratamiento . La removible precisa mayor cooperación, aunque como ventaja podríamos citar que en ciertas situaciones podríamos ir sin ella (siempre bajo el consentimiento del profesional), como para realizar deporte, ir a comer fuera de casa, etc.
No hay ni una mejor ni una peor. Simplemente son diferentes aparatologías con diferentes indicaciones. El dentista sabrá en todo momento cual es mejor para cada caso.