Existen numerosas publicaciones científicas que defienden la relación que existe entre la apariencia facial y la aceptación social de las personas. En un estudio reciente realizado por la Sociedad Española de Ortodoncia Invisible, la boca, después de los ojos, era la parte de la cara que más valoraban las personas encuestadas.
La sonrisa condiciona tanto nuestro grado de autoestima como la valoración que los demás hacen de nosotros. La cara es la parte más importante en nuestro cuerpo a la hora de determinar nuestro atractivo físico , pero además juega un papel destacado en la construcción de nuestra personalidad; las personas satisfechas con su cara están más seguras de sí mismas y son mejor aceptadas por su entorno social.
A grandes rasgos, podemos decir que una sonrisa es bonita cuando al separarse los labios aparecen unos dientes blancos , bien alineados , en una arcada dental ancha , con tamaños proporcionados y formas regulares, con las encías que los cubren a la altura adecuada, y todo ello en un contexto de simetría .
A continuación explicamos, además de los requisitos necesarios para que una sonrisa sea armónica, los problemas más frecuentes que la afectan, así como sus soluciones.
I. Dientes rectos: Además de no ser estéticos, los dientes torcidos o separados suelen ser inestables , y su posición tiende a empeorar con los años. En la actualidad las malposiciones dentales representan las alteraciones más frecuentes de la boca. Algunas de las más comunes son:
Apiñamiento , dientes amontonados por falta de espacio: es la forma más frecuente, y sus posibles combinaciones son prácticamente infinitas.
Espaciamiento o diastemas : cuando sobra espacio en las arcadas para acomodar a los dientes, que se muestran con espacios entre ellos. Lo habitual es que el tamaño de todos o algunos dientes sea inferior en anchura al que corresponde. En otras ocasiones, en algunos pacientes afectados de una periodontitis, los dientes anteriores se abanican hacia delante y se separan entre ellos.
Inclinación dental: el caso más llamativo es el que afecta a varios de los dientes anteriores, que se muestran inclinados hacia dentro de la boca. Al sonreír, estos se muestran más cortos, y cuando afecta a todos los dientes anteriores, la dentadura aparece como hundida por detrás de los labios.
II. Dientes blancos con forma y tamaño adecuados: También es un requisito necesario que los dientes que se enseñan al sonreír estén todos presentes, sean proporcionados en tamaño y presenten una forma adecuada, y que su color sea blanco.
Unos dientes que no cumplan mínimamente estos requisitos anatómicos difícilmente formarán una sonrisa estética. La ortodoncia, obviamente, no podrá reemplazar un diente ausente, ni cambiar su forma ni variar el color, pero sí crear las condiciones necesarias de espacio, de forma de arcada y de encaje apropiadas para su posterior rehabilitación.
Algunos de los problemas más comunes en este apartado son las ausencias dentales, los dientes con formas y tamaños anormales y las tinciones dentales:
Dientes ausentes. Los dientes anteriores pueden faltar porque se han perdido por caries, periodontitis o por un traumatismo. Otra causa menos conocida son las agenesias dentales, es decir, el diente o dientes en cuestión no han estado nunca en la boca porque no han llegado a formarse.
Tamaño y forma. A veces el tamaño corto de un incisivo central es el resultado de un desgaste progresivo derivado de su mala posición en la arcada. A medida que el diente se desgasta, se va «descolgando» para no perder el contacto con el diente antagonista correspondiente de la arcada dental opuesta. En su lento movimiento, el diente se lleva consigo a la encía que lo cubre. El resultado final es el de un diente más corto y que da la sensación de que un exceso de encía cubre parte de su corona. También hay situaciones en las que los dientes nacen ya con formas o tamaños anormales.
Tinciones y coloraciones . Nos referimos a los dientes con un color oscuro. Uno de los casos más llamativos en camino de desaparecer son las tinciones causadas por la toma de un tipo de antibiótico (tetraciclinas) en la infancia. Los dientes se muestran muy oscuros, generalmente en franjas grisáceas de diferentes intensidades. La escasa capacidad que dichos dientes tienen de reflejar la luz que incide sobre ellos al separar los labios crea, en los casos extremos, el efecto óptico de unos labios que circunscriben una oquedad oscura y sin dientes.
III. Encías sanas y formando un «festón». En condiciones de salud la encía cubre y se ajusta a la parte superior de los dientes formando el festón gingival cuya parte más inferior, ubicada entre los dientes, forma la papila interdental. En las sonrisas armónicas el festón gingival se presenta nivelado y en simetría entre los dientes homólogos a cada lado de la arcada. La contribución de la encía en la estética dental es enorme hasta el punto de que un buen alineamiento dental -con dientes en forma, tamaño y color adecuados- no bastará para crear una apariencia dental armónica. Mostrar de uno a tres milímetros de encía al sonreír es lo deseable. Cuando se expone mucha encía, la apariencia de la boca se empobrece, principalmente porque la proporción entre el rojo de la encía y el blanco de los dientes aumenta a favor de la primera. Además, el exceso de exposición gingival suele ir acompañado de una encía roja e inflamada por la ausencia de lubricación salival, redundando negativamente en la apariencia estética de la boca.
IV. Sonrisa amplia. Nos referimos a la anchura de la arcada dental superior. Aunque no sabemos la razón, la realidad es que en nuestro entorno el maxilar superior se presenta en un porcentaje alto de personas con una anchura menor a la que le corresponde en relación con la mandíbula. Recordemos que los dientes anteriores dan soporte al labio superior, y por ello la mayor o menor anchura en la que se dispongan los dientes también influirá en la forma que adquiere el labio al sonreír.
Cuando la anchura de arcada es adecuada, el blanco de los dientes «llenará la boca» entre ambas comisuras bucales tanto en reposo como al sonreír, confiriendo a la sonrisa un potentísimo atractivo. En una arcada estrecha los dientes no lucirán, aunque sean bonitos, estén bien alineados y cuenten con una encía sana.
V. En simetría. Y finalmente, todos los atributos de la sonrisa comentados anteriormente deben presentarse con el mayor grado de simetría posible. Y más, si cabe, en las estructuras que están más cerca de la mitad de la boca, como los dos incisivos centrales y sus correspondientes encías. Suelen ser muy llamativas, para el observador no profesional, las siguientes alteraciones
dientes anteriores inclinados hacia un lado u otro
diferencias marcadas en la altura que ocupan los dientes
diente o dientes con tamaños muy diferentes al que les corresponde (por desgaste, rotura o malformación)
dientes ubicados en la posición de otros, como ocurre en ocasiones con las agenesias de los incisivos laterales y la consecuente posición del canino al lado del incisivo central