Existe una situación durante la fase final del recambio dental que puede llegar a preocupa a la familia del niño/a y que no pasa de ser una circunstancia normal. Se trata de una posición de los incisivos superiores poco estética con espacios entre ellos y una divergencia respecto al centro. Los cuatro incisivos aparecen como si de un abanico se tratara. Ante este escenario, la familia puede pensar que el niño/a tiene un problema grave de malposición dental. Pero normalmente no es así. Todo lo contrario, en ocasiones encontrarse esta posición dental antes de finalizar el recambio puede ser señal de que las cosas van bien.
Esta situación aparece habitualmente cuando los caninos definitivos superiores en su camino hacia la erupción, hacia la salida a través de la encía, comprimen las raíces de los incisivos creando que las coronas de los dientes (la parte externa que vemos en la boca) se separe. A medida que el canino va bajando deja de comprimir las raíces y ejerce la presión sobre la parte externa de los incisivos, cerrando los diastemas (espacios interdentales) y mejorando la inclinación que tenían. De ese modo se pasa de observar unos incisivos que parecen mal colocados a ver unos dientes con una correcta alineación. Es por ello que esta situación ha recibido el nombre de Síndrome del Patito Feo. Como en el cuento pasamos de ser un "patito feo" a un bonito "cisne".
La siguiente animación muestra como ocurre el proceso: |