Uno de los inconvenientes más habituales que aparecen durante el tratamiento de ortodoncia fija es el descementado de brackets. A parte de las molestias que puede crear al paciente también puede ser motivo de que el tratamiento no avance y hasta que se pueda producir algún movimiento indeseado.
Lo ideal sería que esto no pasara nunca, pero hemos de comprender que los brackets están enganchados para poder quitarlos al finalizar el tratamiento y ante una fuerza excesiva el material de cementado puede fracasar. Entendemos como "fuerza excesiva" aquella que se ejerce sobre el bracket al masticar algo muy duro, sea de forma voluntaria (frutos secos por ejemplo) o de forma involuntaria (un hueso de oliva por ejemplo). Por ello el paciente debe ser cuidadoso con los alimentos que consume para evitar este tipo de problemáticas. Sería también conveniente evitar morder frutas o bocadillos de pan duro directamente con los incisivos. Es mejor trocearlos y introducirlos en la boca para evitar problemas en los brackets anteriores.
No sólo la masticación de alimentos duros puede desenganchar un bracket. También el mordisqueo de otros objetos, como lápices o uñas, podría ser la causa del descementado.
Por último, comentar que existe la posibilidad de que se desenganche algún bracket por un fallo en el proceso de cementado. Así, por ejemplo, si mientras se engancha el bracket llega saliva a la superficie del diente, la adhesión puede no ser la correcta. Estos casos, los menos habituales, se suelen dar al principio del tratamiento.
En resumen, podríamos decir que el descementado de brackets no es un riesgo, pero que debemos intentar evitar con unos buenos hábitos.
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